El Antroxu en Asturias.
Asturias es una de las regiones españolas donde más se viven y se festejan los Carnavales. Vayamos donde vayamos dentro del Principado encontraremos desfiles y la participación de sus gentes es realmente sobresaliente.
En Asturias Occidental se utilizaría el término “Antruejo”, posiblemente derivado de “Introito”, “Antrido” y “Entrido” (Inicio). Período de “Introito”: período de los tres días que preceden al Miércoles de Ceniza. Aunque muy comúnmente se ha considerado su comienzo a partir de san Antón (“Desde san Antón máscaras son”.
Durante el Carnaval no debían llevarse a cabo determinados trabajos: en Asturias las mujeres, reunidas en “filandones” no hilaban (las manos solían estar untadas de carne y grasas). La “carnalidad” se refería a toda clase de placeres carnales.
El Carnaval se distinguía porque se realizaban actos que tenían aires de juego violento: desenfreno de hechos y de palabras (el mundo al revés). “Carnalitas” como opuesto a “Spiritualitas”. Época de alegría y confusión (“trolla”, “bulla”, ruido de gente). Prácticas corrientes eran correr gallos, el manteo de animales, apedrearse con huevos y naranjas, colgar y mantear muñecos (peleles), quebrar pucheros y ollas, columpiar a las mozas, …etc.
En Asturias era costumbre el Domingo de Carnaval o Domingo Gordo que los escolares fueran a un prado con el maestro llevando consigo un gallo costeado entre todos. Como a las tres de la tarde el maestro manda soltar el gallo. Los niños le persiguen hasta que se cansa y se rinde. Lo colgaban de un árbol cabeza abajo y los niños, con los ojos vendados, trataban de cortarle la cabeza con un palo. Después lo rifaban. En Allande enterraban al gallo dejándole fuera la cabeza. En Oviedo, a mediados del s. XIX un pobre hombre era paseado por las calles con un felpudo a modo de casulla, la cara pintarrajeada, enorme sombrero, sobre unas angarillas y la canalla le arrojaba huevos, trozos de verdura, … y finalmente lo tiraban en una alberca.
Las inversiones más clásicas del Carnaval es el hombre que se disfraza de mujer y viceversa.
Típico de Asturias eran los “Guirrios”, “Bardancos”, “Sidros” y “Zamarrones”: a la cabeza va un joven vestido de “aguilandera”, traje y guantes blancos, sombrero con flores. A su lado un “guirrio”, alto, vestido blanco, faja encarnada y cinturón de cencerros. Piden el aguinaldo para todos. Detrás ocho “vexigueros” encapuchados que blanden palos con vejigas haciendo sonar campanillas y cascabeles. Detrás el tamborilero y el capitán, con traje militar, lleno de estrellas, plumero y galones. Los “zamarrones” (de dieciséis a veinte) marchan en filas de a cuatro con felpudos encarnados y amarillos ceñidos por cordales que sostienen cuatro grandes cencerros y otro mayor en la espalda. Llevan pañuelos de seda que les regalan las mozas. Si en el camino se encuentran con otra zamarronada luchan hasta tumbarse. Las comparsas de guirrios eran características de Lena, Siero, Mieres y Langreo y salían con un galán, una dama y un oso (u hombre disfrazado de oso).
Antroxu refierse a cualisquier persona que se vista o mazcare pa facese pasar por otra, esti artículu fala de la fiesta tradicional de los antroxos.
L'antroxu ye una fiesta na que la xente camuda la so apariencia antroxándose y na que, aprovechando l'anonimatu, acostúmese a facer trastaes y pequeñes chancies a los demás. Nel antroxu tópense dellos rasgos de vieyes folixes paganes d'iviernu, de cellebraciones griegues de Nisiu o de fiestes romanes.
Na vieya sociedá rural, fuertemente marcada pol cristianismu, el tiempu d'enantes de la Cuaresma la xente mazcarábase como ritu de raigañu paganu y imponíase un tiempu de permisividá que s'oponía a la represión de la sexualidá y a la severa formalidá llitúrxica de la Cuaresma.
N'Asturies, los personaxes más representativos del Antroxu son los Guirrios (conceyos de Llangréu y Samartín del Rei Aureliu) o Sidros (Conceyu de Siero). Nestes fiestes ye típicu un postre asturianu perconocíu: el frixuelu o fayuelu, fechu a base de fariña, lleche y güevos.
Asturias es una de las regiones españolas donde más se viven y se festejan los Carnavales. Vayamos donde vayamos dentro del Principado encontraremos desfiles y la participación de sus gentes es realmente sobresaliente.
En Asturias Occidental se utilizaría el término “Antruejo”, posiblemente derivado de “Introito”, “Antrido” y “Entrido” (Inicio). Período de “Introito”: período de los tres días que preceden al Miércoles de Ceniza. Aunque muy comúnmente se ha considerado su comienzo a partir de san Antón (“Desde san Antón máscaras son”.
Durante el Carnaval no debían llevarse a cabo determinados trabajos: en Asturias las mujeres, reunidas en “filandones” no hilaban (las manos solían estar untadas de carne y grasas). La “carnalidad” se refería a toda clase de placeres carnales.
El Carnaval se distinguía porque se realizaban actos que tenían aires de juego violento: desenfreno de hechos y de palabras (el mundo al revés). “Carnalitas” como opuesto a “Spiritualitas”. Época de alegría y confusión (“trolla”, “bulla”, ruido de gente). Prácticas corrientes eran correr gallos, el manteo de animales, apedrearse con huevos y naranjas, colgar y mantear muñecos (peleles), quebrar pucheros y ollas, columpiar a las mozas, …etc.
En Asturias era costumbre el Domingo de Carnaval o Domingo Gordo que los escolares fueran a un prado con el maestro llevando consigo un gallo costeado entre todos. Como a las tres de la tarde el maestro manda soltar el gallo. Los niños le persiguen hasta que se cansa y se rinde. Lo colgaban de un árbol cabeza abajo y los niños, con los ojos vendados, trataban de cortarle la cabeza con un palo. Después lo rifaban. En Allande enterraban al gallo dejándole fuera la cabeza. En Oviedo, a mediados del s. XIX un pobre hombre era paseado por las calles con un felpudo a modo de casulla, la cara pintarrajeada, enorme sombrero, sobre unas angarillas y la canalla le arrojaba huevos, trozos de verdura, … y finalmente lo tiraban en una alberca.
Las inversiones más clásicas del Carnaval es el hombre que se disfraza de mujer y viceversa.
El Carnaval permitía grandes libertades, injurias, escándalos y sátiras. Se comía de forma desaforada, sin freno.
En muchos lugares el Carnaval acaba con la quema del “Judas”, muñeco de paja. El día de Jueves Santo en muchos pueblos asturianos se producían ruidos especiales (matracas, carracas) con “ronquielles”, “matraques” y “gaíganos” que significaban matanza de judíos.
Típico de Asturias eran los “Guirrios”, “Bardancos”, “Sidros” y “Zamarrones”: a la cabeza va un joven vestido de “aguilandera”, traje y guantes blancos, sombrero con flores. A su lado un “guirrio”, alto, vestido blanco, faja encarnada y cinturón de cencerros. Piden el aguinaldo para todos. Detrás ocho “vexigueros” encapuchados que blanden palos con vejigas haciendo sonar campanillas y cascabeles. Detrás el tamborilero y el capitán, con traje militar, lleno de estrellas, plumero y galones. Los “zamarrones” (de dieciséis a veinte) marchan en filas de a cuatro con felpudos encarnados y amarillos ceñidos por cordales que sostienen cuatro grandes cencerros y otro mayor en la espalda. Llevan pañuelos de seda que les regalan las mozas. Si en el camino se encuentran con otra zamarronada luchan hasta tumbarse. Las comparsas de guirrios eran características de Lena, Siero, Mieres y Langreo y salían con un galán, una dama y un oso (u hombre disfrazado de oso).
L'antroxu ye una fiesta na que la xente camuda la so apariencia antroxándose y na que, aprovechando l'anonimatu, acostúmese a facer trastaes y pequeñes chancies a los demás. Nel antroxu tópense dellos rasgos de vieyes folixes paganes d'iviernu, de cellebraciones griegues de Nisiu o de fiestes romanes.
Na vieya sociedá rural, fuertemente marcada pol cristianismu, el tiempu d'enantes de la Cuaresma la xente mazcarábase como ritu de raigañu paganu y imponíase un tiempu de permisividá que s'oponía a la represión de la sexualidá y a la severa formalidá llitúrxica de la Cuaresma.
N'Asturies, los personaxes más representativos del Antroxu son los Guirrios (conceyos de Llangréu y Samartín del Rei Aureliu) o Sidros (Conceyu de Siero). Nestes fiestes ye típicu un postre asturianu perconocíu: el frixuelu o fayuelu, fechu a base de fariña, lleche y güevos.